Simba: un corazón peludo que acompaña procesos de salud mental
Simba no solo encontró un hogar, también encontró un propósito. Este perro, que vivió más de un año en un hogar de paso sin ser adoptado, ahora cumple una misión invaluable: acompañar y brindar apoyo emocional a pacientes en procesos de salud mental.
Hoy, Simba es parte de un equipo terapéutico que entiende que la recuperación emocional también necesita afecto, presencia y conexión. Con su ternura y empatía, se ha convertido en un compañero silencioso pero poderoso, que ayuda a reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo y fortalecer vínculos humanos.
Historias como la de Simba nos recuerdan que el bienestar emocional no siempre se construye solo con palabras: a veces, un gesto, una mirada o una cola que se mueve también sanan.
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